Acnécodta
de Luis Pescetti del libro Natacha
– Mamá, ¿cómo se dice: acnédota o anédota?
– Se dice anécdota Nati.
– Acnécdota.
– No: acné… ya me hiciste equivocar.
– Je…
– Anécdota…
– ¿Acnéndota?
– Sin la n Nati…
– ¿Acécdota?
– No, sin la otra n, antes le habías puesto una n de más.
– ¿Dónde?
– Por el medio, no me acuerdo.
– Bueno, ¿cómo se dice entonces?
– (silencio que mira el techo) Anécdota…
– An..éc…dota.
– Sí, muy bien.
– Acnécdota, no, así no… an.. no: acnécodta.
– ¿¿Qué??
– Acnécodta…
– ¿A ver? Decilo otra vez.
– Acnécodta, acnécodta, acnécodta…
– ¿Cómo hacés para decir eso? Es más difícil que anécdota.
– No mami, así es más fácil, mirá: ¡acnécodta!
– No Natacha, decilo bien.
– Yo lo digo así mami y listo.
– No es y listo Nati, mirá si cada uno hablara como se le antojara.
– Pero yo no hablo como se le antojara, yo nada más voy a decir así: acnécodta, porque me sale más fácil.
– Además no es más fácil.
– Para mí sí…
– Bueno, para vos sí, pero igual tenés que aprender a decirlo bien.
– Mirá les escribo a donde inventaron hablar. ¿Dónde inventaron hablar mami?
– No inventaron en un lugar solo Nati.
– ¿Inventaron en varios lugares al mismo tiempo?
– No sé si al mismo tiempo, pero en distintas partes la gente empezó a entenderse con ruiditos que hacía con la boca.
– Alguno habrá empezado primero.
– No sé Nati, pero como vivían muy lejos unos del otro se fueron entendiendo con ruiditos distintos.
– ¿Y por qué no se pusieron de acuerdo y así entonces hablaríamos todos igual porque yo a veces a Pati ni la entiendo?
– Natacha, pero Pati habla el mismo idioma.
– Pero yo a veces no la entiendo, porque habla más rápido y con la boca cerrada.
– Porque es su manera de hablar, pero habla el mismo idioma.
– Igual. ¿Y por qué no se pusieron de acuerdo?
– Porque cada uno estaba acostumbrado a como hablaba, pero hubo algunos que se juntaron con otros y se dieron cuenta que cuando estos decían: gra gra, era lo mismo que cuando ellos decían: fru fru.
– ¿Qué quiere decir eso?
– Es un ejemplo Nati, no quiere decir nada y entonces en cada tribu o en cada pueblo siguieron hablando el mismo idioma pero tenían a algunos de éstos que hablaban el suyo y el de los otros y que servían para que se entendieran… pero escuchame Nati. ¿Por qué me estás preguntando todo esto?
– Es por una tarea de la escuela mami, había que escribir una poesía y decirla mañana.
– ¿Y vos escribiste una?
– Sí
– ¿A ver? Decímela.
– Ahí te va mami. ¡Pero no te rías, eh!
El viento sopla los barcos
como si fuera un cumpleaños
de un chico porque le gusta hacer acnécodta.
– ¡Esta preciosa Nati! ¿Te puedo preguntar una cosa? ¿Qué quiere decir anécdota para vos?
– ¡Y qué va a querer decir mamá! ¡Es así como una cosa, como una travesura o que se portó bien y le dieron un premio pero porque es así simpático!
– No Natacha es otra cosa. ¿No querés que busquemos en el diccionario?
– ¡Mami no seas envidiosa! ¡Porque lo que pasa es que vos no escribiste un poema y yo sí y me decís así que me corregís porque yo sí escribí uno y vos no!
– ¿¡Qué no?! ¡Pobre de vos! Ahí te va uno:
Sos tan alto que tu cabeza
choca la luna de plata
y desde abajito yo siento
que no te lavás las patas.
– ¡Está buenísimo!
– Se lo hice a tu papi cuando éramos novios.
– Se lo voy a decir a la maestra.
– ¡No Nati! Decile el tuyo que está mejor, ¿sí? Nada más que aprendé a decir anécdota.
– No, mirá: le escribís una carta a los de la tribu que decías antes y les ponés que yo digo acnécodta y que quiere decir travieso y listo, ¿no? Así ellos también aprenden mi idioma, pobres, sino un día va a venir uno de los de la tribu y me va a querer decir algo y ni va a saber, pobre, ¿no?
– Sí, pobre.
Extraído de https://www.luispescetti.com/acnecodta/
No hay comentarios:
Publicar un comentario